El gran ausente este fin de semana en el Gran Premio de Gran Bretaña es el barcelonés del LCR Honda Álex Rins que sigue recuperándose de las fracturas en la tibia y el peroné de su pierna izquierda sufridas en su caída en el Sprint de Mugello en su domicilio de Andorra. Y el programa ‘Paddock Abierto’ de DAZN ha conectado este jueves por la tarde con él donde ha dado las claves de su adiós a Honda a final de temporada y su fichaje por el equipo oficial Yamaha.
Cómo se gestó el fichaje por Yamaha
“Tras la marcha de Suzuki, estábamos un poco perdidos y llamamos a todas las puertas que había, entre ellas la de Yamaha. Entonces ellos nos dijeron que no podría ser porque tenían contrato con Franco (Morbidelli) y Fabio (Quartararo). Fuimos a Honda y viendo cómo estaba yendo todo, la posición en que estaba, volvimos a llamar a la puerta, y por suerte ha salido”.
Lo que más ha pesado para tomar la decisión
“Lo que más ha pesado es lo que se ha ido viendo carrera a carrera. Honda ha preferido dar a probar sus piezas nuevas al equipo oficial y yo que me siendo competitivo, me habría gustado que se hubiesen apoyado en mí”.
Un ‘win win’ por ambas partes
“Empecé en MotoGP con una MotoGP de cuatro en línea, he pasado este año a un cuatro en V y volveré el próximo año al cuatro en línea. Vuelvo a un equipo oficial, que es lo que pretendía cuando salí de Suzuki, pero quedan muchas carreras todavía. A mis mecánicos del LCR ya les he dicho que tengo las mismas ganas que cuando llegué a Honda y voy a pelear todas las carreras que quedan”.
Reitera que la Honda no es una moto mala
“La Honda no es una moto mala. Lo que pasa que las demás marcas, especialmente las europeas, han dado dos pasos adelante, mientras que Honda solo ha dado uno. En Austin rodamos muy rápido y, a pesar de la caída de Pecco, estaba rodando en su ritmo. Cuando llegué al Mundial tenía posibilidades de ir a varios equipos satélite, pero Davide apostó por mí en Suzuki. Después salió lo de Honda y ahora Yamaha. Me da pena, no te voy a decir que no, porque la relación que estoy teniendo con Lucio es espectacular. Nunca había tenido una relación así con un jefe de equipo y el buen rollo que hay con los mecánicos es increíble. Y si te soy sincero, lo pensé un poco, pero es como ir al Madrid o al Barça”.
La caída de Mugello fue culpa suya
“Fue un highside pequeñito, pero lo malo es que me quedé de espaldas a la grava y entré así, y es cuando empecé a dar vueltas. Y entré a mucha velocidad. 24G me comentaron que llegué a caer. Recuerdo que cuando paré de dar vueltas, me quedé sentado e intenté levantarme de lado y vi que tenía la pierna colgando. Cuando más sufrí fue para sacarme la bota. El mono lo cortan, pero la bota es rígida y ahí sí que vi las estrellas”.
“Todas las caídas tienen su por qué, la de Mugello era la segunda vuelta que estaba chispeando y en la telemetría se ve como me abro un poco mas y entro mas rápido en Arrabiata1. Ahí abríamos a 25% de gas y ahí abrí directo a un 40% y ahí la perdí, error mío, es lo que se ve en la telemetria chispeando y fuera de línea”
La recuperación
“Cada día, mejor. Lo que menos me duele es la lesión en sí. La doble fractura de tibia y peroné no me molesta mucho. Ya me dejan apoyar el pié. Lo que más me duele, donde más sufro, es en la planta del pie, supongo que de tantos hierros que pusieron, o de la lesión. Tengo hipersensibilidad. No me deja dormir. Los calambres han sido muy duros”.
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El regreso
“Por mí volvería ya. Me voy a perder una cita importante, Silverstone, uno de los circuitos que más me gustan. Pero no sé. Veremos si el dolor aumenta o no. Cuando me dejen volver. Es una lesión complicada. Fueron muchas horas de quirófano, con muchos trozos de hueso. Es como si el hueso explotara, es lento”.
“He intentado no ponerme un circuito y que por no estar soldado o dolor no pudiera ir sería peor. Yo iría a Austria de cabeza, pero que salga lo que tenga que salir”